Luego de identificar algunas especies, encontraron que muchas de ellas estaban categorizadas en los niveles de riesgo de extinción, producto de la caza, la deforestación y la construcción. Por esto, la idea de este trabajo es dar a conocer cuáles animales habitan entre nosotros y lograr su protección.
“Nuestra única intención es mostrar la riqueza y belleza de la fauna de la región, sensibilizar a la comunidad y lograr que la protejamos de los riesgos que a diario enfrentan”, indica Andrés Arias Alzate, biólogo e integrante de Aburrá Natural, iniciativa que aún no cuenta con apoyo económico y que buscará ayuda de entidades del sector para continuar sus investigaciones.
En este recorrido se encontró un corredor verde, “una gran reserva”, como lo señala Arias, conformada por los tres cerros ubicados en el sur del Valle de Aburrá. Allí especies como el perro zorro, el tigrillo y la salamandra recorren a diario los terrenos tratando de sobrevivir en medio de tantas amenazas.